La mejor forma de presentar el jamón ibérico es colocar finas lascas en un plato llano mientras vas cortando. Cuando menos las manipules, mejor se conservarán, tanto en aroma y sabor.
La temperatura idónea a la hora de cortar un jamón ibérico es de entre 20 y 23 grados. A esa temperatura la grasa del jamón comienza a ser untuosa y se desprenden los mejores aromas. Si entremezclas en el mismo plato lonchas de diferentes zonas, conseguirás diferentes matices.
Una ración de jamón ibérico suele tener entre 20 y 25 lascas de jamón de unos 80 o 100 gramos. Se colocan desde el exterior al interior del plato.
La lasca perfecta es aquella loncha de jamón fina, casi transparente, veteada de grasa y con un aspecto brillante.
IVA y transporte
incluídos
Con tu VISA o Mastercard sin preocupaciones
De Lunes a Viernes de 9:00-14:00