Receta de quiche de jamón y queso
La combinación del jamón Navidul con el queso de cabra no puede gustarnos más. Lo que más nos gusta de las quiches es su combinación de texturas: su base crujiente que combina con el interior cremoso y suave. Lo mejor de esta receta es la combinación de ingredientes: jamón y queso de cabra. ¡Su sabor es simplemente irresistible!
Ingredientes de la receta:
· 200 gr jamón Navidul en taquitos
· 4 huevos M
· 1 lámina de hojaldre redonda
· 200 ml de nata para cocinar
· 1 cucharadita de semillas de mostaza
· Sal y pimienta al gusto
· ½ cucharadita de orégano seco
· 10 gr de rulo de queso de cabra
· 1 cebolla pequeña
· 400 ml de leche
Elaboración de la quiche de jamón y queso:
1. Lo primero será encender el horno para que vaya cogiendo temperatura. Lo pondremos a 180 ºC. Mientras, empezamos a preparar los ingredientes que usaremos durante el cocinado y realizaremos las primeras elaboraciones.
2. Pelamos la cebolla y la laminamos muy finita, reservamos. En un bol batimos los huevos y agregamos la nata y la leche. Mezclamos bien hasta conseguir una mezcla homogénea. En este momento salpimentamos al gusto (recordando que el jamón y el queso de cabra son bastante salados) y agregamos el orégano y las semillas de mostaza. Mezclamos bien y reservamos.
3. ¡Es hora de poner las manos en la masa! Estiramos la lámina de hojaldre y la colocamos en el recipiente que vayamos a usar. Es importante que sea apto para horno. Dejaremos el papel con el que viene envuelto el hojaldre entre el molde y el hojaldre para que no se pegue la quiche.
4. En el fondo de la quiche repartimos los taquitos de jamón Navidul, los cubrimos con la cebolla finamente cortada y desmigamos el queso de cabra añadiéndolo por encima.
5. Con mucho cuidado para que no se nos descoloque el relleno, vertemos despacio la mezcla de huevo, leche y nata. Introducimos en el horno y dejamos cocinar a 180 ºC durante 1 hora o hasta que esté bien cuajada. Se pueden disfrutar recién sacadas del horno, todavía calientes y humeantes, pero también pueden comerse templadas ¡e incluso frías! Estarán deliciosas de cualquier forma. Precisamente esto las convierte en una opción perfecta para cuando tenemos invitados en casa o nos piden que llevemos un aperitivo a casa de alguien. Además, el relleno puede cambiarse según los gustos de cada uno o lo que tengamos ese día en la nevera. Nuestra recomendación es que nunca falte un poquito de jamón Navidul.
