"Animal de bellota”, es curioso como un calificativo puede tener una connotación peyorativa cuando se trata de personas y, sin embargo, en el ámbito del jamón, nos hace referencia a una auténtica joya gastronómica.
El jamón ibérico de bellota es el que procede, tal y como indica su nombre, de cerdos de pura raza ibérica y se consigue tras un largo y costoso proceso que puede durar hasta tres años.
Estos cerdos son criados en libertad y se alimentan exclusivamente de bellotas, pastos y hierbas aromáticas en el campo, esto hace que el cerdo busque su alimento, realizando un ejercicio físico que retarda su engorde (no sobrepasan los 180 kilos) y consiguiendo que la grasa se infiltre más, obteniendo carnes más jugosas y sabrosas.
Decimos que se trata de un proceso costoso debido a que, tres cerdos, son capaces de comerse los pastos y bellotas de unas dos hectáreas de la dehesa y, durante la fase de engorde, cada cerdo puede llegar a comer hasta 12 kilos de bellotas en un solo día.
Las bellotas no solo sirven como alimento básico para el cerdo durante la época de montanera, época que dura de noviembre a enero, también aportan a la carne sus peculiaridades gustativas y aromáticas.
Pero las bondades del jamón ibérico de bellota van mucho más allá de su sabor ya que se trata de un alimento que es fuente de grandes beneficios para la salud.
Para empezar, al alimentarse con bellotas, un fruto seco con altas concentraciones de ácido oleico, su grasa no es saturada y tiene efectos beneficiosos para el colesterol en sangre al tener más de un 55% de este ácido, incrementando el bueno y reduciendo el malo. Sólo el aceite de oliva virgen tiene un contenido de ácido oleico superior.
Además, se trata de un alimento rico en proteínas y en vitamina B1, B6, B12 y E, además de contener numerosos minerales como el sodio, hierro, calcio, potasio o el fósforo.
Finalmente, de entre todos los tipos de jamón, el ibérico es el que menos sal contiene (entre el 2,5% y el 4,5%) gracias a su genética, la grasa infiltrada y el tener un pH más elevado dificultan la penetración de la sal.
Por todo esto, desde aquí reivindicamos un mayor reconocimiento a ese “animal de bellota” por todos los placeres y beneficios que nos ofrece. Porque el jamón de bellota es mucho más que un jamón.
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